jueves, 21 de noviembre de 2019

HE APRENDIDO

Cada  peldaño que he subido en esta vida, me ha costado media vida de la mía y parecía que como si me  rompiera, pero sólo lo parecía…en realidad...
“He aprendido a no dejarme llevar por las impresiones a primera vista o impresionarme por el “traje” de la gente, a no importarme lo que piensen por como yo pienso, a no pretender ser fuerte cuando me siento débil o fingir ser feliz cuando me aprisiona el corazón. Me rio cuando me apetece y lloro cuando lo siento así. En esta sociedad llena de falsas apariencias hace falta más delicadeza, porque todos somos iguales, todos sentimos lo mismo, igual en diferentes momentos pero al fin y al cabo son los mismos sentimientos. También en esta fase he aprendido a escuchar, no escuchar las palabras que salen de la boca de alguien, sino a escuchar de verdad…a ir más allá del sonido de las palabras. He aprendido a respetar y a ser tolerante con cada persona que he conocido, gente de todo tipo, gente que usa la manipulación para llegar a su objetivo egoísta y malicioso, gente que quiere hacer algo por los demás pero no lo hace porque siempre se queda esperando la oportunidad, gente valiente que lucha contra cosas terribles, que te hace que te replantees tu vida, gente maravillosa que  no importa si está cerca o lejos, lo sientes y su presencia te hace sentir bien…muy bien. Otra cosa que he aprendido es que con la cara lavada también soy guapa y que no necesito maquillarme ni ponerme tanta mierda en la cara para “ser” “más”…más que quién? Si yo no compito con nadie, no pretendo superar a nadie excepto a mí misma en ciertas ocasiones y cuando yo lo considere necesario para mi crecimiento personal y/o espiritual.
A no dejarme vencer, a no dejar que una tormenta apague la llama…Y también he aprendido, (esto más bien ha sido un aprendizaje de última hora) que nunca se deja de aprender, no importa que tenga 21, 38,56 o 89…el aprendizaje es eterno, va más allá de lo tangible.”

Leído por ahí.

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